El Águilas ha vuelto. O, mejor dicho, todos los que formamos esta familia hemos vuelto. Los jugadores, el cuerpo técnico, la directiva, los empleados del club y, por supuesto, los aficionados hemos cumplido con la promesa formulada aquella fatídica mañana en La Nucía y resumida posteriormente en dos palabras en la campaña de abonados: “Volveremos contigo”. Y así ha sido: este club lo ha vuelto a hacer, ha regresado al lugar que le corresponde y que nunca debió perder.

Y es que -retomamos el tono tradicional de la crónica tras esta introducción- el Águilas Fútbol Club venció ayer por cero goles a dos al Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia en el encuentro disputado en el Complejo Municipal José Barnes de la capital regional y correspondiente a la jornada número 25 del campeonato en el Grupo XIII de Tercera Federación. Los blanquiazules sólo han necesitado un match-ball para conseguir el objetivo, pues además de cumplir en su visita al conjunto rojinegro, se sirvieron del empate del Racing Murcia en casa ante El Palmar y la dura derrota que el Lorca Deportiva encajó frente al Real Murcia Imperial, para sellar, todavía con cinco jornadas por disputarse, el título de campeón y conseguir matemáticamente el ascenso a Segunda Federación y la clasificación para la disputa de la Copa de su Majestad el Rey de la próxima campaña.

Del partido, además, también se pueden decir muchas cosas, especialmente de la primera mitad. Por ejemplo, que el Ciudad de Murcia, como no cabría esperar otra cosa de un conjunto entrenado por Paco Lorca, saltó al sintético del Barnés con una actitud claramente propositiva y buscando generar peligro a través de la pelota. Esa circunstancia se tradujo en diez minutos en los que el Águilas se limitó a no conceder ocasiones (conseguido) y a esperar la suya para ponerse por delante en el marcador (ídem). En el minuto 10’, Aitor Pons tuvo la primera en un lanzamiento que Pablo desvió con solvencia a córner. Y fue precisamente en ese saque de esquina cuando los blanquiazules encontrarían el primer tanto de la tarde del ascenso. No lo marcó el de siempre, Góngora, pero su zurda fue la encargada de botar el córner y poner la pelota en la cabeza de Edmundsson para que el feroés hiciese, en el día más indicado, su primer gol con la camiseta blanquiazul.

El 0-1 trajo aparejado el control del partido para los hombres de Sebas. No es ni mucho menos restarles mérito a los suyos, pero en estas últimas jornadas (de hecho, en la mayoría de las once consecutivas en las que el Águilas ha conseguido el triunfo), esa sensación de superioridad manifiesta ha llevado implícita muchas veces una escasez de tensión derivada de la certeza de que a este equipo hace meses que no se le escapa un partido. Y en el Barnés, la historia se repitió. Sólo faltaba poner más tierra de por medio para adelantar la celebración en la grada visitante; y apenas hubo que esperar otro cuarto de hora para ello. Góngora, de nuevo, sacó un centro medido -esta vez, desde su banda natural- para que Aitor Pons apareciera en el área pequeña y sentenciase el partido y el ascenso. Diez goles para el ariete balear en lo que llevamos de campaña y dos asistencias en la tarde de ayer para el ‘3’ blanquiazul, quien de nuevo rubricó una actuación individual propia de una categoría superior.

El Ciudad de Murcia, cabe decir, no le perdió la cara al partido a pesar del 0-2, si bien el Águilas sofocó cualquier atisbo de rebelión en la segunda mitad a través de la circulación de la pelota y de bajarle una marcha al encuentro cuando éste parecía acelerarse. Iván Buigues paró lo poco que le llegó y los jugadores de medio campo hacia adelante durmieron el balón en campo contrario. Y así, era imposible que el desenlace no fuera el que fue: la undécima victoria seguida para este equipo y la constatación en forma de título y ascenso de todo el trabajo de la temporada.

No obstante, no se han acabado aún los retos para este grupo de futbolistas y este cuerpo técnico. En el horizonte, quedan muchos desafíos a los que aspirar en las cinco jornadas que restan: confirmar el ‘Pichichi’ de Góngora y el segundo ‘Zamora’ de Iván Buigues, completar una vuelta completa de partidos ganados, convertirse en el mejor ‘Tercera’ de todo el fútbol nacional (a día de hoy, sólo el Barakaldo tiene mejores números que el conjunto blanquiazul), recuperar y ver a jugadores que no han contado con tantos minutos y, sobre todo, fortalecer las bases de un futuro que se antoja más ilusionante que nunca. Porque no, el Águilas no ha vuelto para quedarse, sino para seguir creciendo. Con paso firme, pero sin ningún miedo. Disfruten y sueñen, señoras y señores, que esto no ha hecho más que empezar.

Águilas Fútbol Club: Iván Buigues, Blas, Edmundsson (Ayala, 45’), Dani Pérez, Góngora, Ramón Arcas, Óscar Castro (Mati, 82’), Cristo Martín (Diego López, 75’), Víctor Fenoll (Junior Loussoukou, 82’), Álex Peque (Adri, 45’) y Aitor Pons.

Club de Accionariado Popular Ciudad de Murcia: Pablo, David Jiménez, Álex Pascual (Fran Martínez, 33’), Samu, Jesús Ros, Mario, Dani Rivas (Diego, 65’), Parra, Loren, Fran Hernández y Ferni (Asen, 69’).

Árbitro: López Esteban. Amonestó a Edmundsson y Blas (Águilas) y a Jesús Ros, David Jiménez y Ferni (Ciudad de Murcia).

Goles: Edmundsson (0-1, 10’) y Aitor Pons (0-2, 25’).