El Águilas Fútbol Club venció por cero goles a uno al Real Murcia Club de Fútbol ‘B’, popularmente conocido como Imperial, en el encuentro correspondiente a la jornada 11 del campeonato en el Grupo XIII de Tercera División y disputado en el campo de fútbol del Campus de Espinardo de la Universidad de Murcia. Los blanquiazules se quitaron el mal sabor de boca que dejó la pobre segunda parte del último partido en casa ante el Ciudad y recuperaron las sensaciones, a través de un juego más directo y vertical que el ofrecido en jornadas anteriores.
La noche del miércoles hizo daño. Así, por ejemplo, lo reconocieron algunos de los protagonistas en los sonidos del postpartido. Jugadores y cuerpo técnico no han tenido problema en reconocer que los segundos 45 minutos de la jornada 10 no estuvieron a la altura de lo esperado para un equipo con las aspiraciones de este Águilas. Sin embargo, esta vez no bastaba con el primer paso de los muchos que se han de dar para la resolución de un problema. Había que cambiar cosas. Y no hablamos tanto de nombres, como de determinadas cuestiones a corregir en diferentes facetas del juego, tanto en defensa como en ataque.
Si alguien echó en falta más mordiente en los últimos partidos, por citar una de ellas, ha de admitir sin pudor que la puesta en escena de Sebas y los suyos en el Campus de Espinardo fue lo suficientemente satisfactoria -y eficiente- como para que en el 18’ el Águilas ya se adelantara en el marcador. Aitor Pons (que apenas un par de minutos después tuvo el segundo en sus botas) bajó del cielo un balón largo y asistió con la cabeza para que Cristo Martín anotase a placer el 0-1. Poco antes, cabe apuntar, Iván Buigues, tiró de reflejos y salvó con el pie el posible primer tanto de los pimentoneros, quienes no volverían a contar con una oportunidad tan clara hasta la segunda parte, cuando Ángel disparó fuera en una acción ofensiva en la que el Imperial arribó al área en superioridad.
El Águilas, lejos del conformismo o la especulación, tal vez no dominase la pelota como otras veces, pero sí se mostraba mucho más contundente cuando la tenía. No en vano, algunas de las ocasiones más francas de todo el tramo final llegaron al contragolpe y en acciones a las que el conjunto de la ciudad costera les supo imprimir una velocidad más de lo que en otros momentos acostumbró a la grada del Rubial. Y fruto de esa verticalidad llegaron sendos manos a mano de Adri y Álex Peque, resueltos por un defensor y el guardameta, respectivamente; o dos disparos desde fuera del área de un inspiradísimo Cristo Martín, el mejor de los blanquiazules incluso sin tener en cuenta la autoría del gol de la victoria. Ésta llegó fuera de casa, donde el equipo de Sebas sigue sin conocer la derrota. Tal vez, eso sí, falte refrendarlo con un triunfo de tronío en casa. Y la oportunidad más inmediata para conseguirlo llegará el próximo fin de semana ante la Minera.
Águilas Fútbol Club: Iván Buigues, Blas (Óscar Castro, 66’), Ayala (Mati, 71’), Dani Pérez, Góngora, Ramón Arcas, Sandji Baradji, Cristo Martín, Diego López (Borja García, 78’), Álex Peque y Aitor Pons (Adri, 78’).
Real Murcia Imperial: Nacho, Jaime, Paco López, Junior, Lilu (Héctor, 69’), Javi López Vegara (Valverde, 45’), Javi López Sánchez (Gladison, 71’), Botía, Ángel, Rodri (Toral, 62’) e Isma Ferrer (Spinman, 46’).
Árbitro: Campoy Candela. Amonestó a Isma Ferrer (Imperial) y Sandji Baradji y Blas (Águilas).
Goles: Cristo Martín (18’).
