El Águilas Fútbol Club perdió ayer por cero goles a dos ante El Palo Fútbol Club en el encuentro disputado en el Centenario El Rubial y correspondiente a la jornada 27 del campeonato. El partido, posiblemente el peor que han jugado los blanquiazules en todo el curso futbolístico, fue una sucesión de momentos en los que todo lo que podía ir mal salió tal que así. El resultado, además, saca a los hombres de Iñaki Bea de los puestos de playoff 20 jornadas después.

El citado técnico de Amurrio ya advirtió en la previa del duelo que la cita venía con trampa. La situación clasificatoria de su rival, que además sufrió durante la semana la marcha de su primer entrenador, no se correspondió con lo que El Palo ofreció sobre el césped. Por el contrario, los de Juanma Gómez se mostraron como un equipo muy capaz y dispuesto a aprovechar el más mínimo error que cometieran los nuestros. Y así, llegó el 0-1. Manu De La Lama robó la cartera a Iván Buigues en el área pequeño y subió el primer tanto al marcador. El mutxameler, todo hay que decirlo, asumió la culpa al momento y se disculpó ante todo el campo.

Cinco minutos antes, por cierto, el carrusel de desgracias ya emprendió la marcha, con una lesión muscular de Mawi que le retiró del campo muy pronto y casi echó por tierra el plan de partido de Iñaki Bea, quien alineó un 4-4-2 con dos referencias, extremos muy abiertos y Joel en el centro del campo junto a Tropi. Mario Abenza fue el elegido para entrar en su lugar y desplazar de nuevo al sueco a la banda, la demarcación en la que le hemos visto más minutos desde su llegada.

El Águilas mejoró tras el descanso. Puede que no lo suficiente como para llegar a cuestionar el merecimiento de la derrota, pero sí al menos como para encontrarse con una ocasión que le volviera a meter en el partido y la lucha por los puntos. Aitor Pons fue el protagonista de ella, si bien su disparo se marchó por encima de la portería que defendió con solvencia Benito Del Valle. La moneda, una vez más, salió cruz.

Esa oportunidad, la más clara de los blanquiazules en todo el encuentro, precedió además las dos acciones -casi consecutivas- que acabaron por decantar el partido del lado visitante: la expulsión de Ebuka Nwenyi, que vio la roja directa al entender el árbitro que el futbolista al que derribó se encontraba en dirección a portería; y el 0-2, una sucesión de rebotes que acabaron con Falu Aranda, quien acababa de saltar al campo apenas unos segundos antes, introduciendo el balón en la portería local.

Poco más hubo que contar a partir de ahí, sólo una buena intervención defensiva de Pladevall para evitar sobre la línea de gol un tercer tanto que, en honor a la verdad, no cambiaba en demasía la mala sensación que dejó el duelo de ayer. Tal vez eso fuese lo peor de ayer, con permiso de la nueva realidad clasificatoria: por primera vez desde hace seis meses, el Águilas no ocupa plaza de playoff de ascenso a Primera RFEF. Por suerte, queda tiempo y varios enfrentamientos directos. El más próximo, el sábado ante el Orihuela, lanzado tras su meritoria victoria de ayer frente al Yeclano en La Constitución. 

Águilas Fútbol Club: Iván Buigues, Pladevall, Pelón, Ebuka Nwenyi, Góngora, Tropi (Sandji Baradji, 73’), Joel, Víctor Fenoll (Isi Ros, 45’), Mawi (Mario Abenza, 20’), Solano (Aitor Pons, 55’) y Francis Ferrón (Karim Abubakar, 73’).

El Palo Fútbol Club: Benito Del Valle, Rafa Castillo, Romero (Christian Jiménez, 62’), Lulu, Cobo (Cristóbal Moreno, 82’), Joao Paulo, Sierra (Víctor Vázquez, 82’), Javi López (Amin Guerrero, 70’), Manu De La Lama, Santi Luque y Mike Cevallos (Falu Aranda, 70’).

Árbitro: Carralero Calvo. Amonestó a Romero, Mario Abenza, Joao Paulo y Joel; y expulsó con roja directa a Ebuka Nwenyi y a Javi Soto, delegado del Águilas Fútbol Club.

Goles: Manu De La Lama (0-1, 25’) y Falu Aranda (0-2, 72’)