08/12/2021

El Grupo Scout Severo Montalvo retoma las acampadas en Sierra Espuña

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Este fin de semana de puente, el Grupo Scout Severo Montalvo ha podido salir de acampada, tras una larga espera pandémica. La decisión no fue al azar, decidieron ir a Casa Leyva, en pleno corazón de Sierra Espuña. La acampada duró desde el sábado 4 al lunes 6 de diciembre. Tiempo suficiente para hacer muchas actividades, más si acompañaba el buen tiempo.

A su llegada, repartieron las habitaciones por secciones, también los lugares comunes para estar separados y cumplir el protocolo COVID. Además, contaban con un medidor de CO que les proporcionó el Ayuntamiento para su local.

Se realizó un acto de bienvenida, iniciando oficialmente la acampada. La manada realizó juegos, mientras la tropa preparaba su jacal y la Unidad buscaba leña. Tras la comida, se realizaron diversas rutas de exploración del lugar por secciones. Cuando cayó el sol, se realizaron juegos nocturnos y unos talleres de cariocas hasta la hora de cenar.

Clan realizó las ceremonias de investidura de escuderos, vestidos fantásticamente para la ocasión y llevando la espada y horquilla del Clan Rover Lobo Gris. Tras la cena, pudieron ver un cielo intensamente estrellado. “Hablamos de las constelaciones, de las estrellas y planetas. Porque pudimos ver Júpiter, Saturno y a Venus al atardecer”.

Tras unas historias, se acostaron. La noche fue fría, “pero no tan fría como nos tiene acostumbrados Sierra Espuña”.  

Hicieron el desayuno y “el buenos días”. El Clan y la Unidad prepararon los bocadillos para salir de ruta. “Caminamos por el PR pasando cerca del Sanatorio hasta la Perdiz. De ahí, tomamos la senda del Dinosaurio”.

“Pudimos ver los restos de un horno de cal, aprender las diferencias entre solana y umbría, de sotobosque... Vimos los efectos del Cambio Climático en el nivel flemático de un acuífero y pasamos por el puente colgante. Fue divertido caminar sobre él, se movía mucho. Siguiendo la senda, llegamos al camino que sube hasta el Valle del Leyva, nosotros desde ahí descendimos hasta la casa”.

Por la tarde, juegos y unos talleres. Cada sección atareada con lo suyo. Unidad tuvo ganas de más y se fueron a explorar. La noche pronto cayó y se pusieron a ultimar la velada.

Tras la cena, “organizamos el salón para estar todos, pero separados y con ventanas abiertas. Era nuestra gran fiesta de las tradicionales ‘Mandaruvas’ (la noche vieja scout), tomamos mandarinas en vez de uvas, tampoco importa mucho la fecha y las campanadas son un caos de risas”.

Tras esto, cada sección hizo una actualización: Manada una canción, Tropa un teatro, Unidad un maravilloso guiñol y Clan un teatro muy divertido. Ya, muy cansados, “nos fuimos a descansar”.

El lunes, último día, tocaba desmontar y limpiar todo. En tiempo récord, montaron las mochilas y limpiaron la casa. Así que solo quedaba hacer juegos hasta la llegada del autobús. “Tras su llegada, hicimos un acto de despedida y cierre de la actividad. Terminamos en el día del voluntariado, recordando que toda esta magia es posible, porque jóvenes desean regalar su tiempo y esfuerzo con sacrificio para trabajar en pro de la infancia y juventud, porque queremos un mundo mejor”.

Desde el Severo Montalvo han querido mostrar su agradecimiento al Grupo Scout Valle de Leyva nº120, “por prestarnos otra vez más su maravillosa casa”; a la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Águilas, “por apoyarnos en todo y por el medidor de CO”; a la Federación Scout de Exploradores de Murcias, “porque sin ellos no estaríamos”; y a todos sus scouters y rovers “por su compromiso”.

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