Desde hace unos días, varios vecinos del municipio de Águilas han manifestado su inquietud ante la aparición, durante horas nocturnas, de uno o incluso dos individuos disfrazados al estilo de la característica vestimenta de la película Scream: túnica negra y máscara blanca.
Según han relatado algunas personas a InfoÁguilas, estas apariciones han provocado momentos de tensión, especialmente entre menores y personas mayores, a las que la inesperada presencia de estos individuos ha causado un notable sobresalto.
La situación ha llegado incluso a ser puesta en conocimiento de las autoridades locales, al considerar varias familias que este tipo de acciones generan una alarma innecesaria y una alteración del orden público.
En este sentido, en redes sociales se han difundido mensajes de advertencia como el siguiente:
“Infundir temor generando alteración del orden público y creando alarma social es una infracción a la Ley de Seguridad Ciudadana, con una multa muy alta. Incluso, si la cosa se sale un poco de tiesto por hacer la gracia, estaríamos hablando de un ilícito penal.
Así que, si este post llega a donde debe llegar, solo indicar que lo más aconsejable es que dejen de disfrazarse si no quieren luego lamentarse de las consecuencias legales que acarrean ciertas bromas, que no dejan de generar preocupación y temor en personas mayores y niños.”
Desde InfoÁguilas recordamos la importancia de actuar siempre con responsabilidad y sentido común. Las bromas que pueden parecer inofensivas para algunos, pueden tener efectos muy distintos en quienes las reciben, especialmente si se realizan en espacios públicos y sin el consentimiento de quienes están presentes. Además, cuando estas acciones derivan en alteraciones del orden o en denuncias ante la autoridad, pueden conllevar consecuencias legales importantes.
Este tipo de comportamientos, si se considera que provocan alarma social, pueden ser sancionados conforme a la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana, con multas económicas considerables. En casos extremos, podría incluso derivarse en responsabilidad penal.
La convivencia ciudadana se basa en el respeto mutuo. Por ello, cualquier actuación que perturbe la tranquilidad del municipio, especialmente durante la noche, debe evitarse por el bien común